Recuperamos la Duna de Laredo, un ecosistema degradado, revalorizando su riqueza natural. Fundimos ciudad y naturaleza con geometrías, vegetación y recorridos dinámicos. Reintegramos especies autóctonas, reordenamos accesos a la playa y conectamos con el Mar Cantábrico. Elementos como velas, cañas iluminadas o mobiliario evocan la memoria marinera y el carácter único de la villa.